lunes, 10 de diciembre de 2012

Sobre Mo Yan, los Nobel y las ventas navideñas


Hoy se celebra la entrega de los Premios Nobel en el Palacio de Congresos de Estocolmo. La fecha coincide con la muerte de Alfred Nobel, y es uno de los acontecimientos culturales y sociales más esperados en todo el mundo. En España, la celebración coincide con los días posteriores al puente de la Constitución, que suele ser considerado por los comerciantes el pistoletazo de salida a la campaña de Navidad. Para las librerías, pequeñas y grandes, estas fechas son claves para compensar otros periodos del año más bajos en ventas. Un libro sigue siendo un regalo navideño bien apreciado, porque quien te lo ofrece suele haberse tomado la molestia de investigar sobre tus preferencias, y sobre cuál de las novedades puede ser de tu agrado.

Los editores aguardan el anuncio del Premio Nobel de Literatura con expectación. Si bien es cierto que tener en tu catálogo al premiado es importantísimo, no lo es todo. Si no tienes la suerte de haber publicado a ese autor, se suele considerar que es interesante que lo reciba un escritor o escritora conocido por el gran público, dado que, de esa forma, se anima el mercado editorial.

Además de constatar el poco reconocimiento que la Academia realiza a las mujeres (ninguna recibe un galardón hoy), en los últimos años se han dado algunas decisiones polémicas; probablemente, una de las que ha generado opiniones más encontradas, es la concesión a Mo Yan del premio. Se ha debatido sobre su calidad literaria y sobre su tibio posicionamiento político, se ha hablado sobre los apoyos recibidos, pero ¿qué opina el gran público sobre Mo Yan? Pues, en general, absolutamente nada. Porque lo cierto es que el denominado lector medio no conocía al autor, aunque en España haya sido publicado por las editoriales Kailas y El Aleph. Ellos serán los que disfruten del empuje en las ventas que suele generar el premio, ahora bien, ¿será uno de los autores que más vendan esta Navidad? Tengo ciertas dudas al respecto. Creo que, con esta elección, los Nobel se han alejado bastante de los gustos del gran público. ¿Debe ser así? ¿Qué hubiera sucedido de habérsele concedido el premio, por ejemplo, a Murakami? Sospecho que la reacción hubiera sido muy distinta.

Mi acercamiento a la literatura de Mo Yan se dio a través de Shi Fu, una antología de relatos. Mi primera sensación al cerrar el libro fue de desconcierto. Me sentí  profundamente apartada de lo que el autor narra. No soy una persona a la que la cultura china sea completamente extraña (llevo unos meses estudiando el complejo y delicado chino mandarín), pero no logré conectar con el mundo del autor. Tal vez la elección del título no haya sido la más adecuada para acercarme a su literatura…

Sé que el objetivo de premiar la literatura de Mo Yan no es que sea el más vendido de las fiestas, pero, sinceramente, no me importaría que los gustos de la Academia no estuvieran tan distantes de los del gran público. El otro día me dijo una amiga, ávida lectora: “en general, prefiero no leer a premios nobel. La mayoría están muy alejados de mis preferencias”. Y me dio una gran tristeza comprobar esa lejanía. Espero que Mo Yan encuentre sus lectores, que sé que los hay, aunque probablemente, mi amiga no vaya a ser uno de ellos. Y espero que esta Navidad se vendan muchos libros, porque ahora, más que nunca, la lectura es una balsa.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Hoy empieza todo


Comenzar de cero es, probablemente, una de las mayores oportunidades que tiene una persona. Desechar lo caduco y abrazar lo nuevo. Hacer la maleta, llenar unas cajas... a veces hace falta incluso menos, tan solo cambiar nuestra manera de mirar el mundo y decir hoy es otro día, todo es posible.

La página en blanco es un gran punto de partida. Un abismo blanco que espera ser trazado por palabras y números. Cada página en blanco es un nuevo principio. Y delante de ella, el escritor, con más o menos fortuna, con más o menos oficio, intentando llenar ese vacío.

Empezar un diario, una bitácora, un blog, es encarar un camino de espacios por llenar. Es decidir que vas a vencer al miedo, a la pereza, a la previsible falta de inspiración y te comprometes a perseverar en la escritura.

Iniciar este blog es un pequeño pero importante paso para su autora. Un reto y una oportunidad. Y, apropiándose sin disimulo del título de una magnífica película, se atreve a decir que, para ella, hoy empieza todo.