martes, 26 de marzo de 2013

El Social Business y la búsqueda de valor en las redes sociales (Innovation Edge)


Revista Innovation Edge
Hace unos días tuve la oportunidad de asistir a uno de los eventos que el Centro de Innovación del BBVA (CIBBVA) realiza en torno a su publicación Innovation Edge. Esta revista nació como un proyecto online, pero ahora se ha consolidado como una publicación multiplataforma, y también se puede encontrar en papel. Cada número es una monografía dedicada a una tendencia en innovación, como la gamificación o la banca móvil. Estos lanzamientos van acompañados de una jornada donde expertos en el área tratada analizan en profundidad distintos aspectos de la misma.

En esta ocasión el tema tratado fue el Social Business y la búsqueda de valor en las redes sociales. Juan Carrillo, Global Account Manager de LinkedIn, presentó la visión de negocio de esta plataforma y transmitió un mensaje clave: la información que se pone a a disposición del usuario debe ser verdaderamente relevante para él. Frente a la denominada infoxicación, parece imprescindible que empresas y usuarios puedan filtrar la información que reciben y, de esa forma, mejorar su eficacia. 

Stephan Fuetterer, Director de Best Relations, reflexionó sobre cómo los Social Media no solo son una herramienta de comunicación, sino que se pueden integrar de forma estratégica en la empresa. Lo social como una perspectiva global, que te permite afinar los procedimientos internos, mejorar tus productos y servicios, generar más engagement con tus clientes y hablar de forma más positiva con ellos.

Stockbuzz
José Antonio Gallego, Responsable de Open Innovation del CIBBVA, nos presentó la fantástica herramienta Stockbuzz.es, que recoge la información que se publica en Twitter sobre bolsa e IBEX 35 para averiguar las tendencias del mercado. Stockbuzz filtra y pondera los mensajes que se publican para mostrar si se valora de forma positiva o negativa un valor concreto. Uno de los factores que Stockbuzz tiene en cuenta para realizar su análisis es la importancia y credibilidad del emisor. Esta herramienta incluye información en tiempo real sobre la evolución del IBEX, lo que la convierte en un instrumento verdaderamente útil para seguir  la evolución del mercado de valores.

Uno de las ponencias más esperadas fue la de Tony Mobbs, Associated Partner de IBM. Mobbs presentó distintos casos de aplicaciones de un enfoque social en la empresa y transmitió un mensaje claro, hay que escuchar al cliente, pero escuchar con un propósito. Hay que implantar lo social de una forma estratégica, no de manera separada en tu organización. Y hay que estar preparados para este nuevo enfoque; en palabras de Mobbs, culture eats strategy for lunch, lo que yo traduciría libremente por "la cultura se merienda a la estrategia".

Antoni Ballabriga, Director de Reputación Corporativa de BBVA, presentó el programa Yo soy empleo, una iniciativa para ayudar a pymes y autónomos a crear 10.000 empleos; Esta iniciativa se articula en torno a la web www.yosoyempleo.es. Ballabriga reflexionó sobre la nueva responsabilidad de las empresas: el desafío es ver que detrás de cada cliente hay una persona.

Una mesa redonda con todos los invitados cerró una jornada verdaderamente interesante, donde pudimos conocer nuevos proyectos y tendencias en el área del Social Business. Diversas miradas para, de nuevo, convencernos de que el enfoque social en la empresa ha llegado para quedarse, y que hay que adaptarse a una nueva visión del mercado. En palabras de Tony Mobbs: Educate non-social leaders and raise profile of high potential employees (educa a los líderes no-sociales y eleva el perfil de los empleados de alto potencial). Porque el enfoque social es para todos.

Puedes acceder aquí al vídeo de la jornada.

viernes, 8 de marzo de 2013

Publicidad, princesas y mujeres trabajadoras

Cuando tenía 6 años, le dije a mi familia que de mayor quería ser oradora, en concreto, “oradora o discurseadora”. Al cumplir los 8 decidí que quería ser bailarina. A los 11 bióloga, a ser posible, marina. Alrededor de los 13 dispuse convertirme en ingeniera, a ver si entendía algo de cómo funcionaban las cosas. A los 15 quise estudiar Bellas Artes, y me tiré un año largo dibujando figuras al carboncillo. A los 17 comencé mis estudios en la Facultad de Ciencias de la Información, lo que me llevo, de alguna forma, al punto de partida, querer dedicarme a comunicar.

En los primeros años de la década de los 80, parafraseando a Sabina, las niñas no querían ser princesas. De hecho, yo no recuerdo a ninguna que anhelara serlo. Mis amigas querían ser veterinarias, médicos o abogados. Fue a finales de la década de los 90, cuando la “moda principesca” llego de la mano de Disney. La compañía no solo lanzaba año tras año películas protagonizadas por princesas, sino que lo acompañaba con un apabullante despliegue de vestidos, complementos, y todo tipo de merchandising. Las niñas volvían a querer ser princesas y algo tenía que ver la imparable máquina publicitaria de la Disney.

Mientras, los anuncios mostraban a sus madres y hermanas mayores trabajando, comprando, pero, sobre todo, limpiando. Porque si hay algo que las mujeres no han dejado de hacer en la publicidad, es preocuparse de que el blanco fuera blanco. Durante las últimas 3 décadas hemos sido testigos de cómo los anunciantes iban, de forma lenta, eliminando estereotipos y barreras de género, pero, aún hoy en día los spots de detergentes son, en su inmensa mayoría, protagonizados por mujeres.

Si hiciéramos una fotografía de cómo la publicidad actual retrata a las mujeres y, sobre todo, a las mujeres trabajadoras, saldría movida. Hay demasiadas tendencias y nos movemos de uno a otro extremo. Desde la última campaña de Desigual, Tengo un plan, que retrata a una mujer que va al trabajo con la inequívoca misión de ligarse al jefe (reproduciendo roles tradicionalmente masculinos), hasta cualquiera de los anuncios de Axe (que no hace falta explicar).



Creo, en cualquier caso, que aunque tímidamente, seguimos avanzando, y que cada vez más se intenta cuidar la imagen de la mujer en la publicidad, aunque solo sea porque esto redunda en favor de los intereses de los anunciantes. A este respecto, Disney ha lanzado una campaña I am a princess, donde definen lo que, en la actualidad, es una princesa para ellos. Chicas arqueras, que hacen surf o que pilotan un kart. Aunque sea por motivos puramente comerciales, hay que valorar el cambio de rumbo, aunque aún sea tímido. Porque, señores de Disney, aún me faltan princesas con microscopios. Muchas princesas con microscopios. Porque aún hay muchos techos y zapatos de cristal que romper.


viernes, 1 de marzo de 2013

¿Hay cabida en el mercado para una nueva revista en papel? – El caso 'Grazia'

Esta semana ha salido a la venta el tercer número de la revista Grazia, una cabecera internacional que ha decidido comenzar su andadura en España. El lanzamiento de esta publicación femenina ha coincidido con la divulgación de un estudio del grupo editorial estadounidense ABC en el que confirma la caída de las ventas de sus revistas impresas y el estancamiento de las digitales. Es un estudio referido a una empresa concreta, pero que ejemplifica en gran medida la situación de un sector.

Números 1 y 2 de la revista Grazia
Números 1 y 2 de Grazia
A una coyuntura que parece poco favorable a nivel mundial, se une el hecho de que en el mercado español hay ya un gran número de revistas que cuentan con una sólida trayectoria y que, aun así, han visto en muchos casos cómo en los últimos tiempos sus resultados son más negativos de lo esperado. Grazia, además, provocó cierta polémica con su primer número. Todas las publicaciones ofrecen al usuario la posibilidad de suscribirse, pero la forma en la que esta opción fue anunciada por Grazia, "ahórrate ir al quiosco", parece que no fue del agrado de todos.

Grazia es un magazine femenino de gran formato que cuenta con la peculiaridad de que, a pesar de su elevado número de páginas, tiene periodicidad semanal. De momento parece que la acogida ha sido buena, pero queda por saber si, acabado el periodo de precio promocional (1 euro) y vendida la publicación a su precio real (1,5 euros), las lectoras la seguirán comprando.

¿Qué ofrece Grazia que no brinden otras revistas que se están publicando en la actualidad? Por supuesto, el bajo precio por un número de páginas elevado, (lo que particularmente me parece un tanto complejo de mantener aun aumentando el precio medio euro). Además, la revista está claramente enfocada a un público entre 25 y 40 años, amante de la moda y las nuevas tecnologías (una de las palabras que más se repite en los dos primeros números es “bloguera”). Aquí surge la duda de si Grazia logrará captar a unas lectoras que puede que se interesen más por los blogs que por las publicaciones en papel. Han apostado por una web muy dinámica, con una webserie y múltiples bitácoras asociadas, que pueden complementar y apoyar de forma positiva la revista, pero aún es pronto para saber si lograrán su objetivo.

En cuanto a la calidad de artículos y textos, me parece que la parte menos lograda de Grazia es curiosamente aquella en la que quiere destacar, el área de moda. Las páginas de cultura y reportajes están bien escritas, muy buena parte la visual y destacan, sobre todo, las firmas invitadas. Muchos de los temas tratados son incluso audaces. Sin embargo, los apartados de moda no difieren sustancialmente de los de cualquier otra publicación y, es más, abundan en anglicismos y clichés tipo "look cupcake" o “Ponte morada, esta primavera, este color será el nuevo negro". Sería muy deseable que esa audacia que presentan en otras secciones se trasladara a las de moda.

No se puede negar que la apuesta de Grazia es, cuanto menos, sólida, pero ¿hay cabida en el mercado para una nueva revista en papel? Puede que Grazia encuentre su hueco en España, e incluso puede que su publicación afecte a otras cabeceras semanales y mensuales. El tiempo lo dirá. En cualquier caso, se agradece el riesgo.